Invitame un café en cafecito.app
Open extra topbar

La institución educativa como fenómeno complejo: Una mirada desde las prácticas académicas

Ensayo que conceptualiza la institución educativa como un fenómeno complejo, analizando las relaciones de poder, las lógicas de investigación y la necesidad de transitar de estructuras jerárquicas a estructuras de red.

En este ensayo, resultado de mi trabajo en el seminario «Prácticas Académicas II», me propongo abordar la institución educativa como un **fenómeno complejo**, y comprender las tensiones y posibilidades que existen en la educación superior a través del análisis de las prácticas cotidianas. Para ello, me apoyo en las **lógicas complejas/dialécticas**, que conciben al mundo social como algo «complejo, contradictorio y en permanente movimiento», a diferencia de las lógicas ortodoxas que buscan generalizar resultados y se limitan a la recolección de datos.

La institución educativa, y en particular la universidad, puede ser vista como un **campo de fuerzas y de luchas**. Las luchas por imponer o conservar una definición del juego son una constante. Un ejemplo claro es la lucha por la asistencia obligatoria en una cátedra, una estrategia de conservación por parte del titular frente a posibles estrategias de subversión por parte de los estudiantes. El poder, en este sentido, no es solo dominio o control sobre los demás, sino también una **influencia mutua**. La estructura ideal para ejercer este poder no es la jerarquía, sino la **red**, lo que me lleva a los conceptos de **heterarquía** y **holoarquía**.

La **heterarquía** se refiere a un orden no jerárquico, sino de «multiniveles», que reconoce la interconexión y la influencia mutua entre los actores sociales. La **holoarquía** complementa esta noción, entendiendo que cada elemento del sistema es mutuamente interdependiente y que el poder se ejerce a través de la acción colectiva y el reconocimiento ético de la participación de todos. Esto es fundamental para entender la complejidad de la institución educativa. No podemos seguir analizando la universidad con la lógica piramidal de la jerarquía, que lleva al trabajo aislado y a la falta de comunicación entre las diferentes unidades.

Mi propuesta es pasar de una lógica jerárquica a una lógica de red, que permita a los diferentes actores de la universidad, como los docentes de las distintas cátedras y las autoridades, trabajar en conjunto para resolver las problemáticas comunes, como la desactualización de los planes de estudio. Esta es, a mi parecer, la única manera de que la institución educativa deje de ser una «torre de marfil» y se convierta en un actor relevante en la sociedad.

Comments:0

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Translate »